Ello, la red social que quiere poner al margen a Facebook

Lucile Moy, traducido por Amélie Rastoin
12 Octobre 2014


Mientras que Facebook acaba de celebrar sus 10 años en febrero, nuevas redes sociales innovan frente a los « gigantes ». Ello es la última red social en la cual todo mundo tiene fe para el futuro. Explicaciones.


Credito DR
“Su red social favorita pertenece a los anunciantes. Cada publicación que compartan, cada amigo que tengan y cada enlace que pinchen serán seguidos, grabados y convertidos en datos. Los anunciantes compran sus datos con el fin de orientar sus anuncios en función de cada usuario. Ustedes son un producto que es comprado y vendido.”

Así empieza el manifiesto de los creadores de la ambiciosa red social Ello. Nacida en marzo, la red social fue creada tanto por artistas como por diseñadores informáticos. El manifiesto es muy preciso; nacida de la frustración de las redes sociales liberales como Facebook, los fundadores de Ello tienen un apodo que se les ha quedado pegado : “los anti-Facebook”.

Su profesión de fe recuerda lo que la mayoría de los usuarios de Facebook ya saben : sus datos son almacenados y rentabilizados por los anunciantes. La desconfianza de los usuarios está hoy más que nunca aguzada y amenaza a la gran red social, cada vez más abandonada (una caída del 5,4% de usuarios en cuatro años).

“Sin anuncios, linda y sencilla”

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“Creemos que hay una mejor manera. Creemos en la audacia. Creemos en la belleza, la sencillez y la transparencia. Creemos que las personas que hacen las cosas y aquéllas que las usan deben concordar. Creemos que una red social puede ser una herramienta que responsabilice. No una herramienta para engañar, obligar y manipular – sino un sitio para conectarse, crear y celebrar la vida. Ustedes no son un producto.”

Ahí donde Facebook comete errores, Ello intenta no repetirlos. Se establece sin ningún ingreso publicitario, sólo con donaciones, para mostrar su lado desinteresado. A primera vista, parece filantrópico, sin embargo Ello no es accesible para todos. Para inscribirse en la página, uno tiene que ser invitado por otros miembros, quienes sólo pueden invitar a unos veinte contactos.  

Durante la primera visita, la interfaz desconcierta. Minimalista y depurada, la red social se parece un poco a su gemelo, Twitter. Algunas funciones han sido conservadas, como el principio de los “followers” y del “following”, los perfiles y los “muros”, los comentarios y las fotos... En suma, no hay grandes cambios previstos en esta enésima red social.

¿Una red social que tiene futuro ?

Existe desde hace más de seis meses y sin embargo Ello, actualmente en su fase inicial (en versión “prueba”), todavía está en obra. Aunque se quería privada, la red social acabó teniendo otro destino; con más de 35.000 solicitudes de inscripción por hora, puede rivalizar con Facebook, y resulta ser un competidor importante.

Además de experimentar una afluencia de nuevos inscritos, puede contar con el apoyo de la comunidad LGBT. Recuerden, hace unos quince días a una drag-queen estadounidense se le prohibió usar un seudónimo en lugar de su verdadero nombre en Facebook. En respuesta al asunto, Ello se apresuró de recordar que acepta cualquier tipo de seudónimo. El ruido negativo creado por Facebook resultó en una verdadera fuga en masa de una red hacia la otra.

No obstante, si bien la nueva red social presenta hoy un agradable prototipo, algunos se decepcionaron poco después de su inscripción. “Perfiles demasiado públicos” para algunos, “no tan vanguardista” para otros, la carrera por la confidencialidad de Ello se puede detener en un santiamén. Durante una entrevista reciente de Paul Budnitz, el creador de la página, quien declaraba “la publicidad es el diablo”, las cosas ya empezaban a tornarse en su contra. Después de haber provocado una polémica tras el anuncio de FreshTracks Capital que en marzo declaró detener información de cómo la nueva empresa había sido financiada con 435.000 dólares por el “Venture Capital”, los fundadores se apresuraron en desmentir la declaración.

No cambia el hecho de que basarse en una financiación de generosidad y filantropía no siempre ha funcionado. El ejemplo más pertinente fue sin duda el de WhatsApp, que había conseguido sobrevivir durante algún tiempo sin anuncios antes de ser comprado por... Facebook. Facebook, Twitter e Instagram... tantas redes sociales que empezaron por querer diferenciarse con el deseo inicial de no difundir ningún anuncio.

El presidente ejecutivo de Ello, Budnitz, fustiga a los anunciadores mientras que él mismo posee una marca de bicicletas de lujo. Lo cierto es que el creador del proyecto tiene varios ases bajo la manga. Entonces, ¿puede realmente durar por años una red social “anti-anuncios” ? A fin de cuentas, quizá esta buena estrategia de Ello, del “boca en boca”, se deba a poca cosa. La pelota está en su tejado.