Londres: ¿dentro de poco vagones reservados a las mujeres en los metros?

Marie Pothin Traducido por Carla Ortuño Güendell
7 Novembre 2014


Entre el 2013 y el 2014, las agresiones sexuales en los transportes públicos británicos han aumentado un 20% alcanzando los 1117 incidentes. Ante tal cifra tan alarmante, el ministerio británico de transportes decidió que es hora de actuar.


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El 29 de septiembre, durante una reunión del partido Conservador en Birmingham, la ministra de Transportes, Claire Perry, dio la voz de alarma: “mil casos, es demasiado. Estoy absolutamente decidida para cambiar la situación. Debemos reflexionar sobre la seguridad de nuestros transportes públicos”. 

La reflexión dio lugar a una propuesta: separar los hombres y las mujeres en los transportes públicos en vagones exclusivamente reservados para las mujeres durante las horas punta cuando la promiscuidad entre los pasajeros facilita el acoso sexual. Sin embargo, esta medida esta lejos de ser aceptada unánimemente entre los británicos.

Una solución controvertida

El día siguiente de la declaración de Claire Perry, los periodistas y los internautas cuestionan la eventual “segregación” en los transportes públicos. Los defensores de la igualdad de género se niegan a cualquier tipo de segregación ya que  comparan esta medida a aquellas adoptadas en Estados Unidos en los años 60 con respecto a los negros. La cronista del The Independent, Kate Grant, declara en una publicación del 30 de septiembre que “los vagones reservados a las mujeres serían un insulto para los dos sexos”, y no representarían una solución: “la lucha contra la criminalidad sexual solo puede empezar y terminar con los responsables, y no con las víctimas”. 

Por un lado se exponen opiniones más moderadas, por otro, ideas más extremas: en las redes sociales, en un contexto de fobia al Islam que crece en las sociedades occidentales, algunos internautas cuestionan la introducción de la charia en el territorio británico, como lo demuestra este tweet:

Una medida ya difundida

No es la primera vez que la pregunta es abordada en el Reino Unido. Hay que tomar en cuenta primero que los vagones de metro reservados a las mujeres ya han existido en Londres, y fueron suprimidos en 1977. También se debe señalar que en el 2008, Brian Paddick, en ese entonces candidato demócrata-liberal en el ayuntamiento de Londres, ya había propuesto esta solución. Recordemos que ya existen taxis reservados a las mujeres y conducidos por mujeres en Londres, con los Pink Ladies, y también en Nueva York con los taxis SheRides y en Paris con los Woman Cab. 

Muchos de estos ejemplos de separación pueden ser citados en todo el mundo. En Japón, donde 64% de las mujeres entre 20 y 40 años han sido víctimas de acoso sexual en los transportes, los vagones reservados a las mujeres circulan desde hace años. En Brasil, Brasilia y Rio Janeiro también tienen sus “vagones rosas”. Finalmente, en México, desde el 2008 circulan los buses “Solo para mujeres”. 

Igualmente en Egipto, donde 86,5% de las mujeres no se sienten seguras en los transportes, esta medida ha sido para muchas como una verdadera liberación. 

En India, en las grandes ciudades como Calcuta, Nueva Deli o Bombay, como lo demuestra un reportaje publicado en septiembre 2009 por el New York Times, la segregación en los transportes públicos ha cambiado la vida de las hindúes, en un país donde las casas de prostitución son consideradas como garantes de la paz social…

¿El símbolo de una derrota?

¿Por qué la segregación de sexos crea tal controversia en nuestras sociedades occidentales? Es conveniente tomar en cuenta lo que está en juego con esta decisión. Se entiende la sensación de alivio que esto pueda representar para algunas, pero al mismo tiempo lamentamos que solo se proponga una exclusión del espacio publico “normal” para garantizar la seguridad de las mujeres. Podemos cuestionar la intención de esta “solución” que no busca solucionar el problema desde su fuente (los responsables de las agresiones) y que tiende a referirse a los hombres como depredadores de los cuales las mujeres deben protegerse. Esta segregación puede ser interpretada como el fin de la idea de una sociedad mixta, igualitaria, paritaria, a la cual los países desarrollados aspiran.