Edirne, la emboscada de las fronteras

Thomas Guichard, traducido por Romane Parnet
29 Janvier 2016



Edirne es la última etapa antes del acceso a Bulgaria y Grecia. Al final del viaje desde Estambul, encontramos campos pacíficos y la frontera con Europa. Es en esta antigua capital del emporio otomán que se cristaliza la cuestión de los refugiados sirios.


Edirne, la emboscada de las fronteras
Ellos huyen la guerra al Sur y la muerte en el Mediterráneo, más de 2 000 sirios esperan poder acceder a la costa europea. Desde 2012, Grecia y Bulgaria empezaron a reforzar sus dispositivos fronterizos con Turquía. Es un muro lo que encuentran frente a ellos. Para encontrarlos hay que ir a un antiguo estadio de luchadores, al exterior de esta ciudad de 100 000 habitantes. Lugar estratégico, el campo está establecido en un pequeño terreno rodeado por agua, y el único medio de acceso es un puente. Los efectivos policiales, restringidos hasta 2013, aparcan sus vehículos azul y gris en este puente. Parece que estos fueron reforzados al llegar la primera principal ola: se cuenta más de 1 000 policías en la zona, y la tensión no para de aumentar. Dos mujeres, una alemana y una francesa, fueron arrestadas en la ciudad tres días antes, acusadas de incitar a los migrantes a pasar las fronteras, o incluso de espionaje.

Edirne, la emboscada de las fronteras
La población, que antes pasó por Líbano o por la frontera siria-turca, es globalmente joven. Todos están conectados a las redes sociales, conscientes del peligro de la ruta marítima, transmitido por un largo mensaje de advertencia desde este verano. Mahmoud, originario de Afrin, ciudad cerca de Alep, quería ir a Alemania, quizás a Suecia o los Países Bajos, decisión que depende de las promesas de los dirigentes europeos. Lleva uno de estos t-shirt destinados a los turistas, impreso con “Estambul”, lo que testimonia de su viaje hasta el Norte. Como los otros, mira, impotente, los eventos que se desarrollan en los Países Bajos.

Mahmoud y uno de sus compañero de ruta. Créditos foto G.M
Mahmoud y uno de sus compañero de ruta. Créditos foto G.M
Saben que a países como Hungría o Eslovenia no les gusta dejarles pasar y lo admiten con una lucidez notable. “Solo queremos pasar, no importa el precio” ellos dicen. No solo es una cuestión de supervivencia: no es infrecuente encontrar a jóvenes estudiantes de medicina, de ingeniería o en lenguas que quieren terminar sus estudios donde se pueda. Pero no es aquí que ellos podrán realizar sur ambiciones.

Edirne, la emboscada de las fronteras
Turquía aceptó un gran número de refugiados pero hace todo para que ellos no quieran establecerse aquí. Después de que el Primer Ministro aceptó reunirse con una delegación de refugiados el martes 28 de septiembre, hoy es el turno del gobernador local M. Dursun Ali Sahin de hablar con los desplazados de Edirne. Según sus palabras, solo Jordania y Turquía aceptan a los que huyen el conflicto sirio. Les insta a dejar la ciudad y “volver a casa”. La reacción de los migrantes es directa : “lo único que queremos, es marchar”. Y aparentemente no hacia el Sur.

Edirne, la emboscada de las fronteras
¿Por qué este deseo tan fuerte de ver a los refugiados dejar el país? El equipo del centro de la inmigración, ubicado a unos 100 metros dará la repuesta después: “Turquía no puede convertirse en una especie de zona de amortiguación al límite de dos fronteras barricadas, donde se agrupará una gran parte de los movimientos migratorios.” Su argumento también es moral. En Trakya, esta región con un clima continental a caballo entre tres países, las temperaturas son más rigurosas cuando el invierno se acerca. Los desplazados no sobrevivieron hasta la primavera y sin embargo no hay todavía ninguna solución establecida, excepto la puesta a disposición de autobuses para destinaciones muy a menudo desconocidas. Vuelta a Izmir o a Estambul, nadie lo sabe exactamente. Después de tal viaje, donde cada ciudad es un obstáculo, a menudo los refugiados, defraudados y a veces expulsados, se ven obligados a volver hacia el Sur.

Edirne, la emboscada de las fronteras
Aquí, chicos juegan con balones impresos IHH. La Humanitarian Relief Fundation es una organización turca de referencia internacional en el ámbito humanitario, famosa por sus vínculos más o menos conocidos con el entorno islamista. En 2012 y en 2014, fue sospechada de entregar municiones en Siria con la ayuda de miembros de la cofradía de los Hermanos Musulmanes. Cercana del AKP, partido del presidente Erdogan, otro miembro discreto de la nebulosa cofradía, es la única organización que fue enviada sobre el terreno de manera permanente.

Por qué la cuestión de los refugiados que intentan alcanzar la fortaleza europea fue transmitida con mayor amplitud tan tardíamente? Las migraciones empezaron desde el inicio del conflicto en 2011. Una pista de repuesta existe aquí, en Edirne. Aunque todos nos dicen que se necesita poco dinero para sobrevivir en el camino, algunos nos indican que la travesía de la frontera siria ya cuesta más de 100$. Conectados en sus smartphones, se mantienen informados de las declaraciones aleatorias de cierre o no de las fronteras. Fotógrafos que han estado sobre el terreno desde el inicio de los movimientos de población afirman que los primeros migrantes parecían mucho más desprovistos. “Cada vez que hablábamos con alguien en los campos en Jordania, en la mayoría de los casos era agricultor.” Hay que señalar que no tenían conexión internet. Los primeros desplazamientos se hacían dentro de Siria o concernían algunas categorías de población marginales y pobres, sin gran posibilidad de movilizar las consciencias europeas.

Edirne, la emboscada de las fronteras
Hoy, a pesar de todos los gritos lanzados cada vez que se cruza unas alambradas, los resultados no son los mismos. Establecer cuotas en algunos países es un avance, pero la falta de lugares de registro y de pasillos de migración hacia Europa sigue siendo muy importante.



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