India: el personaje Modi (1/2)

Olga Benne, traducido por María Alejandra Paixão
2 Septembre 2015



Del 7 de abril al 12 de mayo de 2014, India organizó la elección democrática más grande de su historia, con un cuerpo electoral de cerca de 814 millones de electores. El 26 de mayo, Narendra Modi, nacionalista hindú y candidato del Bharatiya Janata Party (BJP, o “partido del pueblo indio”) ganó ampliamente las elecciones y se convirtió en Primer ministro. En estas últimas semanas ha llegado el momento de hacer el balance de su gobierno.


India: el personaje Modi (1/2)
Durante la campaña, la potencial victoria de Narendra Modi fue objeto de numerosos escritos y no dejó de suscitar inquietudes. Indios o extranjeros, periodistas, militantes, escritores y politólogos… todos quisieron expresarse. Muchos predijeron un periodo de poder autoritario, y hubo otros que llegaron a mencionar el fascismo o incluso imaginar un regreso al estado de emergencia, como lo fue la era de Indira Ghandi, durante la cual se suspendió la democracia en los años 1975 y 1976.

No hay que buscar muy lejos para poder encontrar el origen de estas inquietudes. Narendra Modi, quien fue Ministro en Jefe del estado de Guyarat del 2001 al 2014, estuvo en el centro de varias polémicas, más que nada provocadas por su retórica tachada de islamofóbica. Este político también fue señalado en febrero del 2002, cuando hubo motines contra los musulmanes en el Guyarat. En tan solo algunas semanas, más de 2000 personas fallecieron.
 

La administración dirigida por él fue acusada, en esa época, de no haber luchado lo suficiente contra estos ataques violentos, e incluso, en ciertas ocasiones, de haberlos patrocinado. Modi también es miembro desde hace mucho tiempo del movimiento RSS (Rashtriya Swayamsevak Sangh, u “organización patriótica nacional”), históricamente considerada como el fundamento ideológico del BJP. Este grupo – abiertamente inspirado por las extremas derechas europeas de los años 30 – busca, entre otras cosas, reemplazar el Estado laico por un Estado teocrático hindú. Sin embargo, el secularismo está protegido por la Constitución de 1947, y cerca del 20% de la población india no es hindú.

El hombre providencial

Si bien Narendra Modi se apoyó en un núcleo sólido de hindutvawadis (partidarios de la ideología nacionalista hindú) – gracias a las posiciones por las cuales se hizo conocer – estos partidarios no fueron, sin lugar a dudas, los únicos que votaron por el BJP en el 2014. El actual Primer ministro logró, progresivamente, expandir su electorado hasta lograr una casi-unanimidad. Su estatus de “self-made man” (hombre hecho por sí mismo), el cual comenzó a construir como vendedor de té, supo encantar al pueblo indio. Sin embargo, más allá de la anécdota, se considera como un hombre cercano a su pueblo, lo que le permitió despertar una gran esperanza de renovación. Amandeep, joven trabajador indio, a quien conocimos en Dubái, nos compartió un poco de su optimismo: “Él es nuestra única esperanza. Si él no hace que India siga la vía al desarrollo, nadie más podrá hacerlo”.

Cuando era alcalde del Guyarat, Narendra Modi fue reconocido y apreciado por haber modernizado el estado y haber estimulado de nuevo su crecimiento. Así, un gran número de ciudadanos esperó – como les había sido prometido – que tal modelo podría reproducirse a escala nacional. Si bien el crecimiento económico estuvo presente durante varios años en India, esto no permitió que las condiciones de vida se mejoraran  en su conjunto, o que las desigualdades disminuyeran. De tal manera, existe un clima de frustración máxima, al igual que una desconfianza hacia la clase política tradicional. Hubo gobiernos distintos que se sucedieron, pero ninguno supo proponer modelos más controlados e igualitarios, y asimismo, se enredaron en escándalos de corrupción, uno tras otro.

India: el personaje Modi (1/2)
Rahul Ghandi, principal adversario del BJP en el 2014, no estaba destinado a seguir una carrera política, pero al ser descendiente de la dinastía Nehru-Ghandi, finalmente fue elegido para representar el partido del Congreso. La falta de credibilidad de su campaña permitió que Narendra Modi fuera el único en la arena. Verdaderamente hiperactivo, Modi estuvo muy presente en los medios de comunicación. Siempre teniendo en cuenta las clases populares en sus discursos y proponiendo una visión alternativa, él logró encarnar – ante los ojos de todos – la única solución frente a la inercia política. Fue así que el pueblo indio se movilizó en masa a las urnas para propulsarlo al cargo de Primer ministro.

Impecable en materia de relance económico

Los primeros meses después de la llegada de Narendra Modi al poder se caracterizaron por una aceleración del desarrollo económico indio. Aunque el crecimiento del país no estaba a la altura de las otras potencias emergentes durante los últimos años, el FMI elogió, hace poco, las previsiones de crecimiento del gobierno actual – estimadas a un 7,2% - superando la tasa de China.

Narendra Modi tomó, de manera rápida, medidas fuertes que buscan la liberalización de la economía. Con el fin de modernizar la infraestructura, el gobierno acude cada vez más a los acuerdos entre los sectores público y privado. Se anunció un proyecto de creación de 100 ciudades inteligentes repartidas en todo el territorio nacional, y un aligeramiento de la reglamentación sobre los IDE (Inversiones Directas en el Exterior) fue igualmente puesto en marcha. Estos últimos se intensificaron espectacularmente y en julio del 2014, llegaron a alcanzar los 3 500 millones de dólares, una cifra dos veces superior a la de julio del 2013. La línea política del gobierno favorece a al mundo de los negocios claramente y de manera asumida. Es gracias al dinamismo económico que Narendra Modi presencia el desarrollo de su país, por lo que algunos periódicos lo apodan el Reagan indio o el Deng Xiaoping de Delhi.

El mayor proyecto para estimular la economía es el de simplificar y aligerar las reglamentaciones y trámites administrativos, ya que, por ser muy complicados en India, son un real freno. Por esto, el gobierno emprendió hace pocos meses una caza a las demoras burocráticas.

La negligencia de las cuestiones medioambientales

Sin embargo, aligerar la burocracia para acelerar el crecimiento también significó deshacerse de las reglas “estorbosas” de la protección del medioambiente. Por ejemplo, durante el último mes de agosto, el Consejo Nacional de la fauna y la flora autorizó, a una velocidad alucinante, cerca de 140 proyectos (construcción de una represa hidroeléctrica, de un oleoducto, etc…). Normalmente, estas autorizaciones necesitarían de mucho más tiempo y de varias investigaciones previas. ¿Cómo pudieron entonces salir tan rápidamente? Al profundizar un poco, varios medios de comunicación encontraron la respuesta al misterio: las sedes del organismo, antes reservadas para cinco ONG para la protección del medioambiente, fueron reemplazadas por una agencia medioambiental, dependiente del estado de Guyarat.

V. Nilesh, periodista y redactor en el Deccan Chronicle, periódico indio de lengua inglesa, nos explica por otro lado que, según él, hubo medios gastados en materia de ecología para proyectos más “llamativos”, pero poco pensados. “Modi monopolizó el espacio público con su proyecto ostentoso “Swachh Bharat Abhiyan” (Misión para una India limpia), para el cual millones de rupias fueron invertidas. ¿Es realmente necesario que el gobierno lance tal proyecto para mantener la limpieza, siendo ésta una responsabilidad de las municipalidades? Mientras tanto, el gobierno redujo considerablemente sus gastos en educación. Hoy en día, ésta se encuentra a la merced de las empresas privadas, quienes financian la instalación de baños en las escuelas públicas en nombre de la campaña “Swachh Vidyalaya” (Escuelas limpias). ¡Estas mismas empresas aprovecharon los beneficios fiscales de cerca de 95 millones de rupias en los años 2014-2015!”.

Los olvidados del crecimiento

El éxito de una política favorable al crecimiento no estuvo presente en todos los sectores. Por ejemplo, el Banco Central bajó las tasas dos veces este año, pero eso todavía no ha permitido que se vuelvan a otorgar créditos a las pequeñas empresas. Si, por ahora, la nueva política económica le fue favorable a las multinacionales y a los inversionistas extranjeros, no tuvo un gran efecto en el comercio local. La agricultura – que emplea el 53% de la población activa – sigue en crisis. En el presupuesto del 2015-2016, se le cortaron 50 000 millones de rupias a los fondos que le fueron otorgados.

Crédito: DR
Crédito: DR
Algunos resaltan la ausencia de cambios concretos en las vidas de quienes los necesitan. El pasado mes de noviembre, por ejemplo, Narendra Modi estuvo de visita en Varanasi, ciudad de la cual es miembro principal del Parlamento, y la cual fue el punto clave de su campaña. Su visita fue muy esperada, pero se fue dejando a unos cuantos decepcionados: Mayawati, quien encabeza el estado de Uttar Pradesh, denunció que “en lugar de tomar medidas concretas para el bienestar de los pobres y de los más necesitados, sigue tocando su trompeta… Pero las promesas populistas no van a cambiar las cosas por sí mismas, y hay que hacer algo concreto para colaborar con la causa de las personas desamparadas”.

Este “olvido” de algunos temas que afectan directamente al pueblo puede que esté directamente ligado con la advertencia que recibió Narendra Modi el pasado 10 de febrero en Nueva Delhi. Mientras que el BJP pensaba ganar las elecciones locales fácilmente, en medio del tumulto de las elecciones legislativas del mes de mayo, el partido fue violentamente derrotado por una joven formación política anti-corrupción, el Aaam Aadmi Party (AAP, o “el partido del hombre ordinario”). Sin embargo, es esencial que el grupo en el poder obtenga la capital administrativa, y esta derrota simboliza una traba real para el gobierno Modi.

“Desde su elección, Narendra Modi prometió impulsar la creación de empleos y el desarrollo económico. Sin embargo, hay muchos barrios de la capital donde falta agua y un sistema de alcantarillado digno de su nombre. Para los hogares modestos, la electricidad está fuera de alcance, y la seguridad de las mujeres en Delhi sigue siendo precaria. En estos términos, Modi no ha propuesto soluciones concretas”, le contaba Adnan Farooqui, profesor de ciencias políticas en la universidad Jamia Millia Islamia, en Nueva Delhi, al periódico belga “La Libre”.

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