Un Papa, Una Reina y Messi, el Trio Ganador de Argentina

Marion Roussey, traducido por Carla Ortuño-Guendell
9 Juillet 2013


Tras la elección del Papa Francisco y el lanzamiento en Hollywood de una película que relata el recorrido del famoso jugador Lionel Messi, es el turno de la argentina Máxima Zorreguieta de acelerar su carrera internacional, lejos de su país natal. La nueva Reina ha suscitado muchas reacciones por su acceso al trono al lado del príncipe heredero de Holanda. Aclamada, envidiada o criticada, ¿qué se esconde detrás de este retrato parecido a un cuento de hadas?


El pasado 30 de abril, los holandeses celebraron la entronización de su nuevo rey. Después de 33 años de reinado, la Reina Beatriz de los Países Bajos abdicó, dejando el futuro de la nación en las manos de su hijo, Wilhem Alexander, que se convirtió en Guillermo IV, y de su nuera Máxima. La ceremonia de investidura tuvo lugar en un ambiente festivo. El esposo y la esposa saludaron a la multitud desde el balcón del palacio, acompañados de sus 3 hijas pequeñas, Amalia, Alexia y Ariane de 9, 7 y 6 años de edad respectivamente.
 
El día de la abdicación no fue escogido al azar ya que coincide con el aniversario de acceso al trono de la Reina Beatriz, el 30 de abril de 1980. Beatriz, la hija mayor de la Reina Juliana quién se refugió en Londres y luego en Canadá durante la Segunda Guerra Mundial, reinó de manera severa y moderada. Su matrimonio en 1966 con el aristócrata alemán Klaus Von Amsberg, un diplomático trabajando en el ministerio de Asuntos extranjeros, provocó mucha polémica. El futuro rey de los Países Bajos arrastrará sin duda un pasado enrolado en la juventud hitleriana.
 
A lo largo de estos últimos años, muchos eventos trágicos han enlutado a la familia real. La Reina Beatriz perdió a su marido en el 2002 y luego a su padre y a su madre en el 2004. Su segundo hijo, Johan Friso, víctima de una avalancha cuando hacía esquí en Austria en el 2012, está actualmente en coma en un hospital de Londres en donde su esposa e hijos se han instalado. En efecto, es eso lo que motivó a la Reina Beatriz a retirarse, como lo recalca un artículo publicado en Le Figaro. Respetando la costumbre real de los Países Bajos, la monarca quiso “dejar su lugar a la nueva generación para poder disfrutar de su familia y estar tranquila por el futuro de su hijo y de la popularidad de su nuera hoy muy respetada y apreciada”. 
 
Después de la entronización, la nueva pareja real multiplicó las salidas oficiales. Estuvieron presentes sobretodo el 4 y 5 de mayo para la celebración del fin de la Segunda Guerra mundial antes de hacer un viaje por todo el país al final del mes pasado, atravesando Luxemburgo, Alemania y Bélgica por el camino. La Reina Máxima fue a verse con el secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, en Nueva York, como consejera en la ONU por el desarrollo de los sectores financieros y de micro créditos.  Diplomada en economía en la Universidad católica de Buenos Aires, trabajó durante muchos años en Estados Unidos en el sector financiero antes de conocer al Príncipe de Orange-Nassau en España.


Argentina “En Busca De Símbolos”

El príncipe Wilhem Alexander, que tiene hoy en día 45 años, es el monarca europeo más joven y el primer rey holandés a haber accedido al trono desde 1890. Toma las riendas de un país que está pasando por un periodo de recesión y de dificultades financieras que coinciden con la aparición de movimientos políticos de derecha contra la inmigración. Con su imagen de plebeya extranjera y moderna, Máxima podría calmar las tensiones que dividen el país igualitario reforzando la imagen popular y “normal” de la pareja real. 
 
En Argentina, no cesan los elogios a Máxima por los periódicos, e incluso llegan a considerarla como su “primera reina nacional”. Así como el periódico argentino Clarín, “la más holandesa de las argentinas ha sabido conquistar el corazón de los habitantes gracias a su sensibilidad y a su simplicidad”. Aunque renunció a su nacionalidad argentina y a su religión católica al casarse con el Príncipe protestante y su país, la Reina Máxima recibió la bendición de la Presidenta Cristina Kirchner que declaró: ¡Tenemos un Papa, una Reina y al mejor jugador de futbol! ¿Qué más podemos pedir?” Según el politólogo Vicente Palermo, la euforia de los argentinos, a pesar de ser un país profundamente republicano, suscita paradojas revelando “una crisis de identidad de ciudadanos que están en busca de símbolos”.
 
Durante la ceremonia de envestidura, la ausencia del padre y de la madre de la futura reina fue como una sombra en el panorama. Se cree que Jorge Zorreguieta, el padre de Máxima, pudo estar implicado en la dictadura argentina como vice ministro de 1976 a 1979 y luego ministro de la Agricultura de 1979 a 1981 del general Videla. Hoy en día a sus 85 años niega haber participado en los secuestros y torturas cometidas. Su hija Máxima jamás ha condenado el pasado de su padre. Esta omisión le es a menudo reprochada hoy ya que milita a favor de los Derechos Humanos al igual que su marido.
 
En un contexto europeo de decadencia de las monarquías europeas, recientemente fragilizadas por el escándalo de Iñaki Urdangarin en España y del Príncipe Carlos en Inglaterra, la nueva pareja real de los Países Bajos tiene como misión restaurar la imagen y el prestigio de las realezas. Según una encuesta realizada por el periódico neerlandés Trouw, el 75% de los holandeses se muestran partidarios al régimen actual de monarquía constitucional de los Países Bajos. Atados a la figura de representante sin etiqueta política y a la magia de las historias de la realeza, fueron muchos los que entonaron el himno del Rey el día de la abdicación.