Una presidenta para Croacia

Solweig Ogereau Traducido por Carla Ortuño Güendell
5 Février 2015



Croacia, hasta ahora el último Estado en convertirse en un miembro de la Unión Europea, eligió el domingo 11 de enero a Kolinda Grabar-Kitarović, la primera mujer presidenta en el sufragio universal de los Balcanes. Candidata del partido conservador HDZ, y contrariamente a las cifras indicadas por los sondeos, ganó por la mínima contra el presidente saliente, Ivo Josipović del SDP (Partido Socio Demócrata).


Credito fah por narod.hr
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Mientras que los resultados de la primera vuelta parecían mostrar una leve ventaja para el presidente en ese entonces en el poder, (38,5% de los votos contra 37% para la nueva presidenta, con el 95% de las papeletas escrutadas el 28 de diciembre), fue Kolinda Grabar-Kitarović quien ganó. Una vez más, el puntaje no fue avasallador: 50,74% de los votos, contra 49,26% para su adversario. Lo que sorprende es que el representante del SDP es muy apreciado por el pueblo croata, sin embargo la incapacidad de su gobierno para mejorar la situación económica del país le ha costado caro. Hay que saber que, efectivamente, el rol del presidente en Croacia es principalmente representativo, ya que no puede por ejemplo vetar las leyes ni tampoco tiene ningún poder en el ámbito económico, aunque sea el jefe del ejército y disponga de prerrogativas en la política extranjera, la defensa y los servicios secretos. 

El pequeño país, el último en formar parte de la Unión Europea, no obtuvo su independencia de la antigua Yugoslavia hasta en 1991. No fue fácil, y la guerra contra los serbios y contra el ejército federal duró cuatro años. La Unión democrática croata (HDZ), en el poder entre 1990 y 2000, tiene un pasado fascista, el antiguo presidente Franjo Tudman comanditó sobre todo las campañas de purificación étnica en 1995. Luego, el partido se purificó de estas ideologías. 

Croacia, un país europeo joven

No fue hasta en el 2013 que Croacia se unió a la Unión Europea, bajo la presidencia de Ivo Josipović. Este pequeño país de 4,4 millones de habitantes sufrió de lleno una crisis económica: la fuente principal de ingresos de Croacia es el turismo, lo cual no es suficiente para enderezar las finanzas, y la situación es más complicada que en los otros países mediterráneos, como España o Chipre, los cuales también han bajado sus precios. A decir verdad, la Unión Europea no ha sido de mucha ayuda para Croacia, lo que puede explicar la leve participación en las elecciones europeas: solamente un 21%.  

No es sorprendente, si constatamos que el 19% de la población está desempleada y que afecta a uno de cada dos jóvenes, que los croatas hayan decidido cambiar de dirigente. La nueva presidenta está consciente del problema, porque declaró: “Os prometo que Croacia será un país próspero y rico, uno de los países más desarrollados de la Unión Europea y del mundo.”

La nueva cara de Croacia

Credito DR
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Kolinda Grabar-Kitarović, con 46 años de edad, tiene un recorrido muy diferente al de su predecesor: mientras que él es profesor de derecho y de música y  también es compositor, ella es diplomada de lenguas extranjeras y relaciones internacionales, y su carrera diplomática es remarcable. Después de haber sido Ministra de la Integración europea del 2003 al 2005, se hizo Ministra croata de Asuntos exteriores y de la Integración europea entre el 2005 y el 2008.  Luego, fue Embajadora de Croacia en los Estados Unidos entre el 2008 y el 2011, y finalmente Secretaria General Adjunta de la OTAN entre el 2011 y el 2014. Hija de un carnicero, a ella le gusta recordar sus orígenes modestos, que hacen hincapié en su imagen de una mujer que ha salido adelante por sí sola – y su ascenso es bastante impresionante. 

Sin embargo, a pesar de su determinación, el comienzo de su campaña presidencial resultó un poco difícil, como lo relata Vecernii list, citado por el Courrier International: al principio la calificamos de Barbie, y fue considerada como “inepta para la función de presidenta” por los medios de comunicación. Por lo tanto, se trata de una bella victoria para la joven. 

En cuanto a saber si los cambios prometidos se cumplirán realmente, notemos que el gobierno deberá, durante algunos meses, cohabitar con la oposición, hasta las elecciones legislativas, previstas para finales del 2015. Los casos de corrupción, que en el pasado hicieron tambalear a la Unión democrática croata y luego resurgieron, y el hecho que el partido se radicalizó durante la campaña, insistiendo sobre los valores de una derecha dura, podrían ser desfavorables para la victoria de estas elecciones. La presidenta lo dijo ella misma: “No hay espacio para el triunfalismo.”

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