La isla de Gotland reaviva las tensiones entre la OTAN, Suecia y Rusia

Laurine Benjebria, traducido por Solweig Ogereau
30 Juillet 2015



La isla de Gotland es una pequeña isla sueca en medio del mar Báltico que suscita la atención de Rusia y de la OTAN en los últimos años. La isla, que se sitúa a 90 km al este de Suecia y a 140 km al oeste de Letonia, tiene uno de los tráficos marítimos más importantes del mundo. Ahora bien, el mar Báltico concentra las tensiones militares y económicas de numerosos países debido a la presencia de soldados rusos, suecos y de la OTAN, de gastos militares o incluso de un gasoducto ruso, así como la circulación frecuente de aviones militares, en particular aparatos especializados en la colecta de información de tipo electrónico.


Ejecución del ejercicio de guerra anti-submarina “Dynamic Mongoose” frente a las costas noruegas – Créditos: OTAN
Ejecución del ejercicio de guerra anti-submarina “Dynamic Mongoose” frente a las costas noruegas – Créditos: OTAN
La crísis ucraniana de estos últimos años no sucedió sin consecuencias para los países de Europa del Norte, que se vieron forzados a reaccionar y a revisar su estrategia de defensa para poder tomar las debidas precauciones contra las políticas rusas. La integración de Crimea al territorio ruso durante la revista de prensa del 28 de febrero – 1ero de marzo del 2014 y los recientes ejercicios militares rusos organizados en el mar Báltico provocaron mucha inquietud en Suecia.

El 21 de mayo del 2015, el ministro sueco de Defensa, Peter Hultqvist, anunció querer desplegar 150 soldados en la isla de Gotland para protegerla de las políticas rusas, a la imagen y semejanza de la anexión de Crimea en 2014. “Vimos las agresiones rusas desde la guerra de Georgia en 2008 y la militarización combinada con la violenta retórica del Kremlin. La militarización de Rusia y sus recientes agresiones son una realidad con la que nosotros, el partido social-democrático, nos hemos confrontado a lo largo de los últimos siete años. Seguiremos examinando los hechos y las acciones de Rusia y enfrentándonos a esta realidad junto con nuestros vecinos bálticos”, nos confía Marinette Nyh Radebo, secretaria de prensa para el ministro sueco de Defensa.

Esta decisión viene a perturbar la calma de esta isla que es, desde hace diez años, una zona desmilitarizada. Según Marinette Nyh Radebo, “esta presencia militar sueca sobre y alrededor de la isla de Gotland tendrá un efecto estabilizador al seno de la región báltica. Este refuerzo de la presencia militar, “Battlegroup Gotland”, estará compuesto de una unidad de infantería mecanizada y de una unidad de reserva blindada”. Los guardias ya presentes también serán más numerosos.

Además de esta voluntad de renovar su presencia militar, el gobierno sueco expresó su intención de aumentar los gastos militares a unas 5.5 millones de coronas, es decir 600 millones de euros. Para Marinette Nyh Radeno, “es la primera vez en más de dos décadas que el gobierno sueco decide aumentar el presupuesto de la Defensa de 11% en los próximos cinco años, lo que equivale a un aumento de 2.2% al año”. Es importante subrayar que la parte del presupuesto de Defensa en el producto interior bruto de Suecia se redujo a la mitad después del fin de la guerra fría.

Según Peter Hultqvist, estas decisiones gubernamentales vienen de una voluntad de afirmar la potencia sueca: “hacemos todo lo posible para poner en relieve la soberanía de Suecia”, afirmó. Esto pasa por el voto de una nueva ley de defensa que abarca el periodo de 2016 a 2020. Adoptado por el Parlamento sueco el 16 de junio de 2015 con el apoyo de 75% de los miembros del Parlamento, este proyecto de ley retoma los principios enunciados en los informes presentados ante las comisiones parlamentarias Choices in a globalized world (2013) y The Defense of Sweden – a stronger defence for an uncertain time (2014).

El ministro de Defensa sueco Peter Hultqvist, el Primer Ministro Stefan Löfven y el jefe militar Sverker Göranson – Créditos Regeringskansliet: Martina Huber
El ministro de Defensa sueco Peter Hultqvist, el Primer Ministro Stefan Löfven y el jefe militar Sverker Göranson – Créditos Regeringskansliet: Martina Huber
Los puntos centrales de este proyecto de ley son, entre otros: “un renovado interés regional, acentuando la defensa y la planificación nacional para escenarios de tiempos de guerra; inversiones substanciales en el núcleo de las Fuerzas de Defensa; un batallón ligero mecanizado suplementario; el restablecimiento de las unidades regulares del ejército en la isla de Gotland; la mejora de los tanques de guerra y de los vehículos de combate de infantería y de nuevos morteros para los batallones mecanizados; nuevas armas anti-tanques; un refuerzo adicional de la capacidad de lucha anti-submarinos; inversiones en la contratación y el mantenimiento de las tropas; una defensa civil modernizada, lo que significa una sociedad civil que trabaja en colaboración estrecha con las fuerzas armadas, etc.”, afirma Marinette Nyh Radebo al Journal international.

Suecia ya había tenido a principios de este año, inquietudes parecidas respecto a su soberanía en la región báltica. El pasado 16 de marzo, Suecia anunció querer reforzar sus capacidades de lucha anti-submarina. Esta decisión respondía a la presencia de un submarino ruso en aguas territoriales en octubre, frente a las costas de Estocolmo. El aumento de los gastos militares previstos para el 2020 por el gobierno sueco permitirá así modernizar los artefactos submarinos y los equipamientos de detección.

Hoy, Suecia dispone de cinco submarinos, entre los cuales tres están situados en Gotland y puestos en marcha entre 1996 y 1997. Los otros dos submarinos fueron repatriados a Vastergotland y no se han puesto en marcha desde 1990. Por otro lado, el país desea ampliar su flota de aviones de caza de 60 a 70 máquinas JAS 39E.

La isla de Gotland al centro de las alianzas europeas y de las tensiones con Rusia

Hay que recordar que este temor hacia Rusia y los episodios en Crimea también causaron reacciones militares por parte de la OTAN que intensificó sus maniobras militares en los países bálticos y en Polonia por igual. Según Marinette Nyh Radebo, “la seguridad, en Europa como en el mundo, se ha deteriorado en los últimos años, y el interactuar con nuestros socios es la llave para asegurarnos un entorno seguro pero también para alcanzar la interoperabilidad con estos socios. Esas interacciones, que ya han ocurrido en el pasado, también permiten mostrar nuestra presencia en la región”.

Del 25 de mayo al 5 de junio del 2015, fueron 115 aviones y 3600 militares de cinco países miembros de la OTAN y tres países neutros – es decir los EEUU, Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos, Finlandia, Suiza y Suecia – los que participaron en ejercicios militares en Gotland. Se debe saber que Suecia es un socio de la OTAN pero no es un miembro. Los ejercicios aéreos de la OTAN Arctic Challenge 2015 simulaban especialmente una operación del mantenimiento de la paz de la ONU, seguidos por la OTAN Balltops (Baltic Operation) que agrupaba a 4500 soldados de diecisiete países.

Estas maniobras de la OTAN responden a recientes operaciones militares rusas en la región báltica: cerca de 1200 soldados así como 250 aviones y helicópteros de combate rusos participaron en varios ejercicios de alerta entre el 25 y el 29 de mayo. Para Suecia, es importante contar con estas colaboraciones no sólo con la OTAN, sino aún más con sus vecinos: Marinette Nyh Radebo afirma que así Suecia “también reforzará su cooperación con los países nórdicos, en particular con Finlandia, los países bálticos, la UE, la OTAN y la ONU. El vínculo transatlántico es de vital importancia, así como la respuesta europea a acontecimientos que puedan poner en peligro la seguridad europea y mundial”.

Además, La OTAN interrumpió toda cooperación con Rusia desde abril del 2014 y así condenaron, en otoño de 2014, la intervención militar de Rusia en Ucrania, acusando a Rusia de ocupar Crimea ilegítimamente. La organización, por otro lado, anunció en un comunicado fechado el 28 de noviembre de 2014: “La OTAN respondió a la nueva realidad estratégica causada por las acciones ilegales de Rusia reforzando la defensa de los Aliados en Europa central y oriental, y garantizando su capacidad de incrementar este refuerzo si es necesario, especialmente con una mejora de las infraestructuras”.

Disensiones acerca del Nord Stream, gasoducto ruso que atraviesa la zona económica de Suecia

Europa observa estas últimas décadas, una baja de su producción interior de gas sin que la demanda disminuya, lo que contribuye a poner las nuevas capacidades de transportes en una posición crítica. Rusia es uno de los proveedores de gas más importantes de Europa. Un proyecto de dos gasoductos crearía una nueva ruta: el North European Gas Pipeline (Nord Stream) busca permitir la exportación de gas ruso por Europa a través de más de 1200km por el mar Báltico. Este gasoducto debería poder cubrir el 25% del crecimiento de las necesidades de gas importado por la Unión Europea en 2015.

El Director Ejecutivo de Gazprom Aleksei Miller cerca de Vybord, Rusia – Créditos Reuters
El Director Ejecutivo de Gazprom Aleksei Miller cerca de Vybord, Rusia – Créditos Reuters
Sin embargo, este viene a perturbar la soberanía de Suecia porque si el trayecto del gasoducto no atraviesa las aguas territoriales suecas, no cambia el hecho de que atraviese la zona económica del país, así como la de Finlandia, Dinamarca y Alemania. Rusia declaró querer aumentar su presencia militar en esta región marítima para proteger la seguridad del gasoducto Nord Stream que une Alemania a Rusia. Esta precaución de seguridad implica una presencia incrementada de militares rusos cerca de la isla de Gotland y por consecuencia de la zona económica exclusiva sueca, un acto de provocación respecto a la soberanía del país.

Estos gasoductos provocaron la indignación de numerosos países bálticos así como de Polonia y de Letonia ya que el proyecto Nord Stream permite rodear Polonia, Bielorrusia y Ucrania. Con esta nueva ruta de gasoducto, Rusia tiene todos los elementos para influir en las elecciones de estos países que dependen económicamente del gas ruso: hay que agregar que 80% de las exportaciones de gas ruso pasan por Ucrania. El Parlamento europeo, en un documento publicado en 2007 por la Dirección general de las políticas internas, acusa la falta de transparencia del proyecto del gasoducto que tuvo “muy pocas consultaciones”.

Gastos militares rusos en el mar Báltico: riesgos medioambientales para la isla de Gotland

En 2010, un documental difundido por el canal sueco SVT reveló que entre 1989 y 1992, barcos rusos evacuaban, de noche, desechos militares probablemente radioactivos de una antigua base militar soviética letona para tirarlos después en el mar cerca de la isla de Gotland. El canal público demostró por otro lado, que ciertos miembros del gobierno estaban enterados de las acciones de los militares soviéticos y habían elegido no actuar en ese entonces. Después de la difusión de este documental, varios hombres políticos suecos pidieron que una investigación oficial fuera iniciada.

Además de estos desechos radioactivos, el espacio marítimo sueco debe lidiar con varios millares de toneladas de armas químicas arrojadas al mar Báltico desde 1945. Entre 40 000 y 50 000 toneladas de armas químicas y convencionales fueron sumergidas en las aguas del Báltico. Si el entorno de la isla de Gotland es reputado por su vasta densidad de fauna y flora, los riesgos de tales desechos son importantes para la pesca, economía principal de la isla sueca.

Numerosas reservas ya ocupan la isla inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO con el fin de preservar su entorno, pero no serían suficientes en caso de contaminación. Los habitantes de Gotland establecieron numerosas leyes para limitar los impactos de los diferentes sectores económicos y turísticos sobre el medioambiente. La isla lanzó, en 1996, una estrategia radical con el objetivo de volverse una eco-sociedad modelo en todos los temas como la energía, los recursos, la contaminación, la agricultura, los desechos y las radiaciones.

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