Little Mosque on the Prairie: y si Laura Ingalls creyera en Allah ?

Mathilde Grenod
17 Décembre 2014



Una pequeña ciudad de las afueras de Toronto en Canadá, un puñado de habitantes, cristianos por la mayoridad, y una mezquita. Es lo que constituye Little Mosque on the Prairie, una perla de la televisión canadiense empezada en 2007. A la hora de las intensas preocupaciones occidentales y de la subida de los extremismos religiosos en Oriente Medio, parece importante poner las cosas en su lugar. Pequeña llamada al orden.


Crédits DR
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Sin duda, Little Mosque on the Prairie propone más cosas que una simple telenovela. Por iniciativa de esta serie, Zarqua Nawaz, de origen paquistaní, nacida en Liverpool y educada en Toronto, es la escritora, periodista y realizadora de lo que se ha convertido en un fenómeno cultural internacional. De hecho la sitcom emitida en la cadena de televisión canadiense CBC entre 2007 y 2012 parece ser más un recordatorio. La referencia a la telenovela Little House on the Prairie, ficción que reconstituye la vida de una familia de pioneros americanos que se instalan en el Minnesota en el siglo XIX, no es el resulto de casualidad. Little Mosque on the Prairie, que se filmó en Toronto, trata del cotidiano de la comunidad musulmana de une pequeña ciudad ficticia, Mercy, en una región pacifica de Ontario en Canadá. La serie se apoya en los estereotipos asociados con el Islam y con la comunidad musulmana en general de esta pequeña aglomeración de tradición cristiana donde un menor hecho se convierte en un escándalo.

Ironía y autodecisión: el fin de los estereotipos

La intriga empieza con la llegada de un nuevo imán, Amaar Rashid que viene de Toronto y que trabaja de abogado, en la nueva mezquita de Mercy. Sus tendencias liberales y progresistas consiguen en atemperar las ideas conservadoras de ciertos de los miembros de la comunidad como Babber Siddiqui. En un episodio de los más cómicos, él quiere construir una pared entre las mujeres y los hombres en el cuarto de oración, para impedir todo tipo de desconcentración a causa de la gente femenina. Esta iniciativa siembra cizaña entre los musulmanes de Mercy por supuesto, y se extiende fuera de las murallas de la mequita cuando los habitantes de la ciudad lanzan una manifestación a favor de los derechos de las mujeres. Zarqa Nawaz no duda entonces en utilizar los estereotipos asociados en general al Islam en la sociedad occidental: los de un conservadurismo y de un tradicionalismo alérgico a todo tipo de modernismo.

Con esta serie, la realizadora no duda en amplificar esos estereotipos para mostrarnos hasta qué punto ciertas preconcepciones sobre el Islam pueden ser inexactas y se relacionan con el desconocimiento de la religión y de sus tradiciones. Todo eso con mucho humor. Será duro contener su risa frente a un habitante de Mercy huyendo después de entrar en la iglesia, comprada y convertida en una mezquita, durante la oración matinal.

Little Mosque on the Prairie nos ofrece la vista de un Islam relajado y moderno gracias a sus personajes variados y extravagantes, y eso para el buen estar de nuestro moral.

Cuestionar el retrato etnia-centrado del Islam por los medios de comunicación

En el contexo post 11 de septiembre, la serie cuestiona más ampliamente el papel de los medios de comunicación en la construcción de la identidad musulmana y de la imagen de los musulmanes en América del Norte, y más generalmente en Occidente. Cuando el nuevo imán Amaar se encuentra detenido por los servicio de seguridad antes de su embarco en el aeropuerto con “sospecha de actos terroristas”, el interrogatorio llevado a cabo por uno de los policías es sin duda una de les escenas más folclóricas de la serie. Pone de relieve la paranoia provocada por los atentados contra el World Trade Center, la sospecha omnipresente de un musulmán “terrorista en desarrollo”. Con una gran dosis de humor y de ironía, Zarqa Nawaz quiere mejorar la imagen del Islam y de sus fieles constantemente en el punto de mira de la crítica, de unas especies de análisis, y de sospechas de extremismo latente. Consigue con brío eclipsar la asociación crónica del Islam a la actualidad  tumultuosa del Medio Oriente, desde el principio de la guerra en Irak hasta la explosión de los usos radicales de la religión. En Little Mosque on the Prairie, se trata más del Islam como religión y comunidad que preconiza la paz, la tolerancia y la modernidad.

Por otro lado la serie intenta reflejar una realidad ya puesta en marcha desde hace muchos años, sobre todo en Canadá: la integración de la inmigración y de los musulmanes en la sociedad. La mayoría de los personajes pertenecen a medios socioculturales diferentes, y son a menudo instruidos: se encuentra un estudiante, una empelada del gobierno canadiense, un abogado, un profesor de universidad, pero también un empresario. Pero más particularmente, Zarqa Nawaz quiere alejarse de un orientalismo crónico que instituye una frontera entre un “ellos” oriental y un “nosotros” occidental. Con la destrucción de la construcción de una identidad cultural y de una idea de “el Oriente”, se terminan los cuentos de las Mil y Una noches, y el exotismo des los príncipes persas cabalgando sus caballos puras sangres; Little Mosque on the Prairie nos permite tener más perspectivas frente a nuestras ideas preconcebidas y nos permite entender más lo que simboliza realmente el Islam.

Una serie politizada que tiene mucha repercusión

Además la sitcom no pasó desapercibida. Entre los telegramas de la diplomacia americana divulgados por Wikileaks en 2010 figuraban correspondencias entre Washington y el gobierno canadiense en Ottawa. Los diplomáticos americanos de quién se habla mencionaban claramente Little Mosque on the Prairie como el vector de estereotipos negativos a propósito de los Americanos y retrataba una comparación entre Canadá y Estados-Unidos más que peyorativa para el país del “American Dream”.

Más ampliamente, Little Mosque on the Prairie benefició de una gran exposición mediática. ¡A la hora de su lanzamiento en 2007, el primer episodio fue seguido por unos 2 millones de Canadienses! Desde ese momento, se emitió en más de 80 países diferentes, entre otros en Europa en Canal + (2007), TSR1 en Suiza (2010) o La Deux en Bélgica (2013). Aunque el proyecto era relativamente sensible, especialmente después de los escándalos de las caricaturas danesas del profeta Mahomet en 2005, la serie se convirtió en un verdadero fenómeno cultural, alimentando el debate en cuanto a la imagen del Islam en Occidente y los estereotipos que se le asocian por la cultura popular. Nos permite entender que los musulmanes no solo son musulmanes: son ciudadanos también, profesores, estudiantes, padres, activistas políticos… Little Mosque on the Prairie es una de las primeras telenovelas que trata de la imagen del Islam en los medios de comunicación y que intenta reconstruirla. Y eso hace bien.

De manera general, la sitcom encontró un gran éxito, especialmente en América del Norte, en Medio Oriente y en Asia que tienen grandes comunidades musulmanas. Los musulmanes pueden reír y pueden provocar la risa.  Sin embargo, el fenómeno Little Mosque on the Prairie no parece tener tal impacto en Europa. En el artículo universitario “Toward Media Reconstruction of the Muslim Imaginary in Canada”, la investigadora en sociología Aliaa Dakroury cita la interpretación de Zarqa Nawaz: “Pienso que Little Mosque on the Prairie no fue inventado en Europa porque la historia de los musulmanes en Europa fue muy diferente de la de los musulmanes en América del Norte. Por mayor parte, la comunidad musulmana se asimiló y se integró mucho mejor en América del Norte”. Parece entonces que el Antiguo Continente tenga muchos más progresos que hacer.

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